- Área: 12 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Simon Hjermind Jensen, Christian Böcker Sörensen
Refugio de Protección 01: es un pequeño pabellón en Sydhavnstippen -una reserva natural en la parte sur de Copenhague, que fue diseñado y construido por SHJWorks.
El punto de partida para el diseño surgió de la ubicación, una antigua área marítima que se rellenó con materiales de construcción entre 1945 y 1973. Los diferentes elementos de la estructura se produjeron utilizando novedosas técnicas de fabricación digital.
El albergue cuenta con acceso al público y se inspira en la arquitectura de los pueblos étnicos y nómades. El refugio de protección consiste en una forma que se extiende hacia el cielo, con un abertura superior y dos en la parte inferior. Madera contrachapada y policarbonato son los materiales principales y todas las partes se fabrican utilizando la tecnología CNC.
El refugio tiene 4,7 metros de alto y un diámetro de 3,8 metros a nivel del suelo. El elemento estructural de la construcción son los muros de 2-9 mm de espesor. Las paredes consisten en cáscaras delgadas y flexibles que se aprietan con pernos y un trozo de 2 mm de espesor de policarbonato.
La parte inferior de la vivienda es de madera y el interior es un fogón rodeado por una banca construida por materiales de construcción que se encuentran en el sitio. Este lastre asegura la vivienda hasta el suelo sin ningún tipo de excavación para los cimientos.
La parte superior de la vivienda es de color blanco transparente de policarbonato, la naturaleza transparente del material permite que la luz del día ingrese durante el día, y al caer la noche la luz del fuego brille a través de la piel.
El refugio fue diseñado, producido y pagado por la oficina SHJWORKS. El trabajo de montaje ha sido posible gracias a Christian Sørensen Bocker y otros colaboradores. Los arquitectos tienen un gran respeto por el valor de la zona y diseñaron con la premisa de no poner en peligro ninguno de estos valores durante la realización del proyecto. El refugio es un proyecto temporal y el día que se mueva no dejará ningún rastro.
Vía Inhabitat